A pesar de no tener una traducción literal, The Bloop fue el nombre con el qué los científicos norteamericanos bautizaron a una criatura de los abismos marinos durante la Guerra Fría. Se sabe que Estados Unidos escondía micrófonos a lo largo y ancho del océano con el fin de detectar submarinos nucleares soviéticos y los soviéticos por su lado hacían exactamente lo mismo. Era un buen sistema de prevención, incluso superior a muchos radares marítimos.
Un día todas las sondas se vieron saturadas al unísono por un sonido monstruoso que se alargó durante varios minutos. Probablemente durante los primeros segundos científicos de ambos bandos creyeron aterrorizados que el enemigo había construido un submarino del tamaño de una ciudad pequeña, pero tras pensárselo bien Yankees y soviéticos dedujeron rápidamente que esto era tecnológicamente imposible, mucho más para aquella época...
Además el sonido no era de ningún motor y por si fuera poco provenía de los abismos del océano. Es decir que se introducía varios cientos kilómetros desde la superficie hasta el fondo del mar. En pocas palabras el sonido provenía de un animal.
Muchos creyeron que fue un derrumbe en el fondo abisal, pero se sabe que no fue este el caso The bloop era el rugido de un animal, aún no descubierto y cuyo tamaño supera por mucho a el de animal más grande conocido del océano, la ballena azul.
Un dato extraño y muy bizarro, (en el sentido anglosajón de la palabra) es que las coordenadas de dónde vino el sonido se encuentran muy cerca de donde el escritor Howard Phillips Lovecraft un par de décadas antes, había dicho que se encontraba la morada donde Cuthul dormía...
Inspirado en: 7 hechos terroríficos que no tienen explicación
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Margarite Mcnees (martes, 24 enero 2017 03:46)
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