Es evidente que Internet introdujo un cambio rápido en las costumbres y modos de vida de las personas y si bien el ejemplo más visible de esto está en la forma en la que interactuamos todos los días a través de las redes sociales ¿Realmente somos conscientes de los nuevos riesgos que trae consigo el avance de la era digital?.
La Ciberadicción o trastorno de Adicción a Internet (IAD) se manifiesta cuando el uso excesivo de Internet interfiere de un modo significativo con la realización de nuestras actividades habituales. Por ejemplo; tener problemas al interactuar cuando salimos con amigos, no prestar atención, tener dolores en extremidades y/o desvelarse frecuentemente. Si bien, esto no es un criterio fijo pues varía tremendamente en función de las disponibilidades de tiempo y dinero, puede darnos una idea de los peligros que representa la Adicción a Internet.
¿Como se manifiesta la adicción a Internet?
Algunos psicólogos norteamericanos consideran que las nuevas tecnologías son, por sí mismas, adictivas, ya que los patrones de comportamiento son similares a los del juego patológico o la bulimia. Así mismo, también existen estudios relacionados entre un alto uso de Internet y el incremento en los niveles de depresión, debido al uso de redes sociales.
Sin embargo, existe aún mucha controversia sobre si la depresión es la causa o el efecto de la adicción a Internet. Según Pratarelli y Cols, se produce un ciclo en el que la soledad y la depresión alimentan el uso de la computadora e Internet y esto lleva a una mayor soledad y depresión, esto se explicaría por una conducta compensatoria según la cual la actividad de los usuarios se incrementa a medida que aumentan sus sentimientos de incomunicación.
La obsesión con la programación, con los juegos de computadora, así como la búsqueda compulsiva de sexo y relaciones disfuncionales a través de la internet, forman parte de este síndrome. Algunos de los padecimientos, problemas y sensaciones mas comunes de esta enfermedad son:
Al tiempo que Internet se ha convertido en una parte cotidiana de nuestras vidas, facilitándola en extremo hasta en las situaciones más simples y las más complejas, son muchas las voces que se escuchan sobre su lado oscuro, alertando especialmente de los peligros de su uso compulsivo.
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